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‘Mean Girls’ es una de las películas más icónicas de la cultura pop. Está basada en ‘Queen Bees and Wannabes’, un libro de autoayuda escrito por Rosalind Wiseman que trata sobre el comportamiento agresivo de los adolescentes. Parte de la popularidad de la película se debe a la construcción del personaje antagónico de Regina George y a que muchas de las actitudes que critica siguen vigentes casi una década después de su estreno. El agudo guion de Tina Fey, la fotografía, las actuaciones y el montaje hacen que la producción se destaque de entre otras películas adolescentes.

Es una película ‘coming of age’, es decir que se centra en el paso a la adultez de su personaje principal. Al igual que muchas películas de este tipo, gran parte de la acción ocurre dentro de una escuela secundaria. Lo novedoso es que es la primera vez de Cady Heron (Lindsay Lohan) en el mundo estudiantil y en el mundo de las chicas. Esta protagonista extraterrestre, conociendo un entorno habitual para la mayoría de los espectadores, nos hizo ver esta realidad desde una perspectiva fresca y crítica mientras nos reíamos de ella. Parte del encanto de la película es este humor crítico y su facilidad para llevar al límite situaciones cotidianas sin perder profundidad.

La mirada extraterrestre

Lucrecia Martel, en la conferencia ‘Phonurgia, la perspectiva sonora del cine y la escritura’ menciona la necesidad de una mirada «extraterrestre» para contar en el cine y otros medios narrativos. Esta mirada sirve para que quien cuenta la historia ponga a un lado sus aprendizajes, saberes y lugares comunes. ‘Mean Girls’ lo logra con el uso del personaje de Cady, quien además de protagonista funciona como narradora de la historia.

Cady llega al colegio luego de haber sido educada en casa, en África. Sus padres son zoólogos, por lo que es natural que estudie a su entorno de forma minuciosa y que se deje fascinar por los comportamientos de quienes la rodean. Para ella todo le es extraño, incluidos los reglamentos escolares más típicos y a la vez absurdos. Es esta posibilidad de ver todo como nuevo, lo que le permite cuestionar las reglas y jerarquías y, a la larga, generar un cambio.

‘Mean Girls’ cuestiona sus propias estructuras

Como mencioné antes, ‘Mean Girls’ es una película «Coming of age». Este tipo de películas se centran en el crecimiento de un personaje que, a menudo, pasa de la juventud a la adultez. El género parte de supuestos como que los adolescentes deben aprender cosas importantes antes de integrarse al mundo real. En este caso se trata de una chica de 16 años que debe adaptarse a la normalidad de aprender en una escuela secundaria. Sin embargo, es posible preguntarnos si madurar tiene que ver con adaptarnos o si se encontraba realmente indefensa ante los desafíos que se le presentaron.

‘Mean Girls’ parte de un libro que funciona como una guía para padres que quieren ayudar a sus hijas a sobrevivir en el salvaje mundo de los adolescentes. Es posible pensar que los lectores de este libro vean a sus hijos de la misma forma que los padres de Cady al inicio de la película. Todo empieza con un contrapicado en una escena que nos sugiere que la protagonista es una niña, pero con el movimiento de cámaras nos damos cuenta de que así es como la ven sus padres. Que el bus casi la mate representa que hay peligros reales, pero basta con que esté atenta y sepa reaccionar a tiempo.

A pesar de que este tipo de películas pretendan representar el paso a la adultez, esta se burla de la idea de que adulto sabe más y tiene las cosas bajo control. Otro ejemplo de esto es cuando los profesores también confiesan haber sido víctimas de Regina George. Además, si bien Cady no conoce cómo funciona el mundo de las chicas, la película muestra que los inconvenientes no son exclusivos de las adolescentes. El colegio, en ‘Mean Girls’ aparece como un lugar donde se crean relaciones de poder en pequeña escala que no son muy diferentes a las del «mundo real».

El poder de Regina George

Rachel McAdams como Regina George en 'Mean Girls'
Rachel McAdams como Regina George en ‘Mean Girls’

Regina es la reina, inteligente y estratégica. Es una líder, pero es representada como una líder autoritaria y malvada. Una de las genialidades de ‘Mean Girls’ es la forma en la que nos muestra el poder que tiene. Desde cómo otros personajes se refieren a ella hasta las tomas que podrían ser parte de ‘El Padrino’, sin dejar de lado la actuación de Rachel McAdams. Pocos personajes femeninos han sido representados con tanto poder como Regina George.

A pesar de ser sacado la cotidianidad, Regina es un personaje mítico. El control que tiene sobre su pareja, amigas, padres y profesores parece inquebrantable. Es quien marca las tendencias y es quien pone las reglas. Por absurdas que sean estas reglas es el poder que tiene sobre otros al hacer que las cumplan lo que importa. Al igual que Gretchen, existen análisis de su personaje en los que la comparan con Julio César, el exdictador romano.

Lo que hace genial a Regina George

Parte de lo interesante de estas comparaciones y análisis es que Regina sigue siendo una colegiala adolescente. Sin embargo, el personaje es verosímil porque el sistema que la sostiene es verosímil. Su reinado es posible gracias a que otros la siguen, empezando por Gretchen Weiners (Lacey Chabert) y Karen Smith (Amanda Seyfried).

Regina es linda y se esfuerza por permanecer dentro de los estándares de belleza femeninos, le da importancia a la moda y a lo que otros puedan decir de ella. Todos estos atributos le dan valor dentro del «mundo femenino» porque la construyen como un objeto de deseo. Desde el inicio nos dicen que podría estar en la portada de una revista y sabemos que hoy sería una influencer cotizada.

Si Regina hubiera sido la protagonista, es ella quien podría haber aprendido cosas importantes de la vida antes de integrarse al mundo real. Sin embargo, nos cuesta imaginarla de protagonista porque para hacerlo debe perder sus objetivos y motivaciones. Regina busca sostener el status quo porque es lo único que tiene. Las relaciones con su familia no son cercanas y la que tiene con sus amigas son tan frágiles que se pierden cuando pierde el poder. El «mundo de las chicas» tiene reglas ilógicas, pero además son rígidas y Regina sabe que para sobrevivir debe saber jugar el juego.

‘Mean Girls’ propone la revolución

Lizzy Caplan como Janis Ian en 'Mean Girls'
Lizzy Caplan como Janis Ian en ‘Mean Girls’

Tina Fey utiliza al personaje de la Maestra Sharon Norbury para mostrarnos su planteo dentro de este conflicto. Ella cuestiona este «mundo de chicas», los vínculos que formamos entre nosotras y la rabia que mantenemos reprimida. Se burla de lo ingenuo que es pensar un mundo ideal en el que podamos hornear tortas hechas de arcoíris, pero plantea resoluciones optimistas.

En ‘Mean Girls’ no hay personajes buenos y malos. Janis Ian (Lizzy Caplan) es la primera excluida dentro de este sistema y es la primera en oponerse. Si vemos a Regina George como la maldad personificada, es posible pensar que querer derrotarla implica bondad, pero no es el caso. Janis quiere venganza por haber sido excluida y por haber sido atacada personalmente. Rechaza al sistema de valores que pone a Regina en la punta de la pirámide y lo demuestra con decisiones estéticas completamente opuestas. Su revolución no funciona porque es individual. Vestirse diferente no hace que las reglas cambien y su intento por derrocar a Regina solo hizo que dirigieran esa admiración hacia Cady.

Un posible final feliz

Las películas adolescentes plantean la necesidad de un cambio en el sistema de valores de los adolescentes. Sin embargo, el sistema de valores de los adultos no es muy diferente al que aprendemos en el colegio. Personajes como Regina George son exitosos porque sostenemos a los sistemas que los soportan. Cady triunfa dentro de ese sistema porque es linda y puede jugar bajo las reglas de ese mundo, pero no es esa la resolución que la película le da al conflicto.

No es la capacidad de adaptarse a un entorno desfavorable sino la capacidad de Cady de cuestionar las jerarquías aún en el momento en el que recibe la corona lo que hace posible un cambio en el juego. Aprovecha el tener voz por haber ganado el reinado para compartir con otros su aprendizaje, a pesar de que el director le dice que no debe hacerlo. No nos olvidemos que esa corona la da el colegio, es este el que premia y perpetúa la conducta de reyes y reinas. Es la capacidad de Cady de ver esa realidad con ojos de extraterrestre y de cuestionar lo que se supone que debía haber aprendido lo que hacen posible el cambio.

Finalmente, la corona se rompe y con ella creemos que se rompe una estructura rígida que perjudicó a muchos, sobre todo a Regina. Aún con Cady como narradora nos enteramos de que redirige su ira en los deportes, donde sabemos que será competitiva y probablemente le vaya bien. La amenaza de que puedan llegar nuevas plásticas existe porque son estructuras que se repiten por fuera de las escuelas secundarias, pero ahora sabemos que podemos dejar de darle demasiado valor al plástico.

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